jueves, 3 de marzo de 2011

Solamente oír su voz.

- Tengo ganas de verte.
- No mientas.
- ¿Ahora lo sabes mejor que yo? No creo.
-…
- Tengo ganas de ver tu cara, tengo ganas de oler tu colonia, tengo ganas de ver esa mirada que hace que consigas todo lo que pides, tengo ganas de un beso…
... Y se calló, porque se dio cuenta de que de lo que realmente tenía ganas, era de algo que nunca se echa de menos porque está en toda relación, escuchar su VOZ.



No hay comentarios:

Publicar un comentario